miércoles, 11 de enero de 2012

Privatizar = Desestabilizar

El indicador mas socorrido para medir el desempeño de una economía es el del PDB (Producto doméstico Bruto). Este indicador, generalmente presentado en términos porcentuales es el equivalente a la calificación final de un mandatario y su gabinete económico. Parte importante de las campañas electorales (donde las hay e incluso donde no existen) de los candidatos se dedica a prometer incrementos en la velocidad del crecimiento de este indicador o de detener las caídas del predecesor al que se pretende sustituir. El fetichismo del crecimiento del PDB es uno de los lugares en los que confluyen socialmente las demás aspiraciones que se desglosan en rubros como el del empleo, la calidad del empleo, la seguridad social, la salud pública, la seguridad, la educación, etc. Se da por sentado que un incremento en el PDB conlleva automaticamente un mejoramiento en todos los demás rubros en los que se puede desglosar el desarrollo de una nación o del mundo mismo. Falso. Para dar un solo ejemplo de ello tenemos el aparato médico en Estados Unidos. el Rubro de gasto gubernamental de 830,000 millones de dólares (medicare/medicaid) no es suficiente para darle cobertura a toda la población de la cual una sexta parte vive en indigencia de servicios médicos. Al mismo tiempo se puede arguir que una población que gasta mas dinero en ansiolíticos y antisicóticos (prozac, Halcyon, etc etc.) que en detergentes es una población angustiada por su presente y su futuro, que requiere de la muleta de los normalizadores de estado de ánimo para funcionar con "normalidad".

Las recetas se cuadruplican en 20 años
La epidemia de condiciones psíquicas diagnosticables que requieren de receta médica pone en entredicho al sueño americano y lo desnuda como una pesadilla de la cual no pueden despertar nuestros vecinos en US... Sin embargo todo lo anterior se suma al PDB y se convierte en parte del aspecto "positivo" de los indicadores de desempeño económico. Cada paciente que sale del consultorio con una botellita mágica para desvanecer los inexplicables ataques de pánico suma su pildorita al crecimiento del PDB.  Evidentemente para el sector médico y farmaceutico una población cada vez mas enferma y adicta a sus "remedios" es el mejor de los mundos posibles. Las medicinas no se diseñan para erradicar un mal sino para controlar los síntomas para que los consumidores a final de cuentas no puedan desempeñarse socialmente sin su dósis cotidiana.
Hay otros temas en los que el PDB como medida de desempeño resulta fallido. En el caso mexicano el ingreso a las arcas del dinero resultado de la venta del petróleo se le llama, valga la redundancia: "Renta petrolera". Cada barril extraído se suma al PDB sin que se genere una columna paralela que advierte que el barril vendido hoy tendrá que ser recomprado en un futuro cercano para sostener la generación energética nacional. Esto equivale a vender el inventario de una tienda y considerar que el total de dinero en caja es "utilidad" sin hacer la reserva necesaria para poder surtir existencias el día de mañana. Todo punto de crecimiento que le hemos sumado al PDB por este concepto será restado a lo largo de las próximas dos décadas de la misma manera que una compañía que saqueara su hoja de balance tendría que declararse en bancarrota y desaparecer; sus bienes asegurados por los prestamistas su exiguo tesoro vaciado rumbo a los acreedores.



Hay otras formas de medir el desempeño de una economía pero no son tan "populares" entre los economistas pues dejan en entredicho el paradigma central de su religión. Hoy presentamos el...


Que es un método estadístico sencillo para medir la distribución del ingreso nacional. Ruego al rector que pulse el vínculo que lleva al artículo WIKI para ponerse al corriente. En este rubro el desempeño de la economía formal (medible) de México ha sido abismal.

Fuente
Ser el país cabús de este indicador pone en entredicho la totalidad de los discursos emitidos desde la presidencia de la república desde el famoso "Aprender a administrar la abundancia" de José López Portillo" hasta el "Presidente del empleo" calderonista. Buscando en sus contenidos todos y cada uno de los seis presidentes en ese período aseguraron a la población que su proyecto de nación era incluyente y llevaría prosperidad a la totalidad de las familias mexicanas. Todos sin excepción se apoyaron en la riqueza petrolera mexicana y en el saqueo fiscal de PEMEX para apoyar programas sociales sin cargarle la mano al sector privado. El sector privado mientras tanto aprovechó las cuatro grandes crisis 1981-2008 para incrementar la proporción de la tajada del pastel de la producción y la riqueza mexicana. Fue ese período el que generó el primer lugar en la lista de billonarios Forbes, fue asimismo ese período que enriqueció a tres sucesiones bancarias a costa de la bancarrota sistemática del sistema financiero mexicano. En suma, seis presidencias con un solo proyecto real: concentración de la riqueza. En esto han tenido gran éxito aunque obviamente no lo pueden confesar. Nos ecaminamos a las urnas este julio del 2012 como se acude a la pila bautismal: un presidente reluciente que con matices continuará las políticas del desfalco y la bancarrota nacional, eximido del reiterado fracaso de sus antecesores... Con una excepción. La pila bautismal surtía sus mágicos efectos pues estaba llena de petróleo. Ahora se rociará al ungido con las últimas gotas de esta riqueza... Comienza el sexenio de la bancarrota energética. De esto he escrito desde hace tiempo. Los plazos se van acortando: el sexenio entrante nos convertirá de exportadores a importadores de energía. el presidente entrante, sin importar su procedencia partidista tendrá que pagar los platos rotos de una política cortoplacista y en ocasiones espectacular sin contenidos... cuyo ejemplo perfecto lo da la estela de luz que celebra una supuesta independencia nacional cuando en los hechos hemos tenido gerentes -en vez de presidentes- atentos a las necesidades de Washington tanto en la política exterior como interior. Una estela de luz que al igual que nuevo edificio del Senado se proyecta en un precio que después resulta multiplicarse por cuatro o por seis o por diez... Dicha engañifa convirtiendose siempre en premio a las constructoras que se "equivocaron" en el estimado y finalmente, de risa loca, sumándose al PDB.

Estela de deuda
Una de las características del indicador Gini, viendo el compendio de naciones medidas es que mientras más bajo el número, se presentan menos problemas sociales. Cuando se mueve la variable y se da un impulso concentrador comienzan los problemas. En otras palabras, cuando se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas la sociedad acusa esto con movilizaciones sociales de protesta. Ejemplo perfecto de esto es Argentina 2000; Grecia España Italia en el 2011. Cuando el indicador de desigualdad reduce su número (como en el caso venezolano) se sigue un período de estabilidad social marcado por las intentonas del departamento de Estado de los Estados Unidos de desestabilizar esos regímenes que se atreven a reducir el coeficiente Gini. El caso paradigmático de esto es Venezuela donde la oposición a la república bolivariana tiene un cordón umbilical de apoyo multimillonario en la National Endowment for Democracy (NED) y la USAID. Siendo que el coeficiente GINI ha reducido los números de desigualdad desde hace una década, estos apoyos "democráticos" han tenido poca resonancia en el grueso de la población que prefiere creerle a sus bolsillos y a su mesa cada vez mas abundante en dinero y alimentos respectivamente que a la machacona insistencia de una supuesta "destrucción" de la economía.


Fuente

En suma el coeficiente Gini es una de las mejores herramientas predictivas de tendencia para generar escenarios de estabilidad/discontinuidad sociales. Es asimismo una de las mejores herramientas para hacer un balance y juicio para el rendimiento de cuentas de los mandatarios que son expertos en promesas incumplibles por su propia secreta intención de incumplirlas.

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